CARTA DE DESPEDIDA DE NUESTRO HERMANO MAYOR

por | 23 de junio de 2023

Queridos hermanos en Cristo y María, paz y bien.

El próximo día 30 de junio concluye mi mandato al frente de nuestra Hermandad. Han sido ocho años de un proyecto de gestión para nuestra Hermandad basado en la apuesta por el rigor, la excelencia y la construcción de unas bases sólidas sobre las que edificar una Hermandad del siglo XXI, con una personalidad reconocible, pero asentada en las exigencias de una Cofradía integrada en un entorno de tradición e historia consolidada, como es la Semana Santa Jerezana.

Un primer período de cuatro años de intenso trabajo y crecimiento de la Hermandad y tras acceder al cargo en una hermandad totalmente fragmentada por la situación que atravesaba, afrontar la ejecución de un nuevo paso para el Santísimo Cristo de la Sed así cambio de Director Espiritual y la eliminación de la Cruz de Mayo por parte del nuevo director espiritual entre otras vicisitudes. Con alegría, trabajo y empeño pusimos en pie una hermandad que no contaba con nada, ni estructura, ni archivo, ni infraestructura, poniendo en marcha una serie de actuaciones para el correcto archivo de imágenes y documentación, entre otras muchas actuaciones. En estos primeros cuatro años también asentamos las bases de nuestros Cultos, tanto de reglas como los semanales, dignificando cada eucaristía y cada culto de hermandad de manera solemne. Conseguimos que María Santísima del Amparo saliera a la calles de su barrio en Rosario Vespertino, aún con la negativa de algunos, cuántos recuerdos se agolpan con los sones de campanilleros de fondo, trabajamos muy duro para conseguir un ajuar para la Santísima Virgen, la cual llego a nuestra legislatura sin apenas nada, llevando a cabo una ampliación continua de enseres y ropas, y que a día de hoy la Santísima Virgen posee, y como no, la ansiada llegada del Lunes Santo, de la incorporación de nuestra hermandad a la jornada del Lunes Santo de 2019, año que quedará grabado a fuego en la memoria de todos los que tuvimos la suerte de vivirlo a los sones del Canticorum Jubilo.

Pasado esta primera legislatura, decidimos afrontar un segundo mandato, con el objetivo ilusionante de afrontar otros cuatro años de crecimiento continuo, los cuales se truncaron inesperadamente por uno los mayores retos que ha vivido y espero vivirá nuestra hermandad: superar los rigores de una pandemia, dramática por el coste en vidas humanas así como por el deterioro en las condiciones de vida a las que estábamos acostumbrados como sociedad en desarrollo.

Lamentablemente no nos ha sido ajena tanto por la triste pérdida de muchos cofrades, algunos muy cercanos, como por la afectación al desarrollo de nuestras actividades fundamentales, especialmente la vida interna en nuestra Hermandad, muy mermada por las restricciones de aforo que vivimos y por la prudencia en protegernos a todos de los riesgos de contagio del maldito virus.

Quedará para siempre en mi memoria aquella visita de nuestro entonces obispo, el Excmo. y Rvdo. Sr. D. José Mazuelos, en la tristísima tarde del Lunes Santo de año 2020 a nuestra parroquia, una parroquia fría, sin alma, silenciosa… triste… y cómo nuestro Obispo, en unas breves pero intensas palabras, cambiaba el nombre de nuestra parroquia, pasándose a llamar “Parroquia del Santísimo Cristo de la Sed”. Triste tarde que solo recordarla me dan escalofríos y me eriza el vello. A todo esto además se sumó el cambio de párroco, con la triste despedida de nuestro querido Antonio y la llegada de D. Luis Piñero y su vicario, este último que tan mal sabor dejó en nuestra hermandad por sus continuos desplantes a nuestra corporación.

A pesar de ello, hicimos lo imposible por mantener los principales actos y Cultos en el año 2021, que con tanto esmero preparamos, y que celebramos dignamente, aún con la tristeza de tener que renunciar a la procesión el Lunes Santo. Quedará en nuestro recuerdo y en la historia de nuestra Hermandad aquel Lunes Santo que amanecía con el Santísimo Cristo de la Sed en el dintel de la puerta de nuestra parroquia y a los pies, su madre, María Santísima de Amparo. La bendición de los ansiados Retablos Cerámicos que dan vida a la puerta de salida de nuestra Parroquia (agradamiento especial a todos los que colaboraron en este proyecto y a D. Antonio Aguilar, su promotor).

Septiembre de 2021, comienzo de un nuevo curso y de nuevo afrontamos un nuevo cambio de párroco, con la llegada de lo que considero una bendición de Dios aquí en la tierra, esos ángeles que Dios envía para hacernos este “valle de lágrimas” más llevaderos, mi querido Juan. Recuerdo especialmente el regreso de las procesiones a la vida ordinaria, con la Extraordinaria de María Santísima del Amparo a la Ermita de Guía, vaya “momentazos” nos regaló la Virgen. Fue un regreso a las procesiones en un año 2022 complicado, donde la hermandad demostró ser una gran hermandad a pesar de su corta vida, un año complicado donde pasamos de la lluvia del Lunes Santo a un calor asfixiante en la jornada del Domingo de Resurrección cuando volvíamos a nuestra parroquia. Han sido quizás los momentos en los que más orgulloso me he sentido de ser vuestro Hermano Mayor, os lo aseguro.

Culminamos este año 2023, entre otros, con los actos conmemorativos del X Aniversario, unos actos que quedaran marcados a fuego gracias el esfuerzo de algunos hermanos y miembros de junta, haciendo posible jornadas de trabajo maratonianas, pero gratamente recompensadas con los momentos vividos. Culminando esta legislatura de una manera extraordinaria con los momentos que nos regaló la Cuaresma, el Lunes Santo, la Vigilia Pascual en nuestra Parroquia o la visita en Santa Misión de Ntra. Sra. Del Carmen Coronada, vaya culmen para estos años.

Económica y patrimonialmente hemos centrado nuestros esfuerzos en sostener el gran proyecto que marcará nuestro futuro más cercano: el nuevo paso para el Santísimo Cristo de la Sed. Un proyecto de Hermandad que será culminado todo lo pronto que sea posible, con la ilusión y el esfuerzo de todos. Las extraordinarias circunstancias derivadas de la pandemia y un saludable ejercicio de prudencia nos han obligado estos últimos años a mantener la salud financiera de la Hermandad, debido a la merma de ingresos procedentes de la explotación de los palcos en los ejercicios de 2020 y 2021 ni ingreso del alquiler de la caseta de feria, así como la urgencia en la elaboración de una nueva cruz para el Santísimo Cristo de la Sed, que se vio culminada y estrenó en la salida procesional del Lunes Santo del año 2022. Aun con todas estas dificultades, hemos logrado en este último ejercicio recuperar el ritmo de pagos previstos, así como adquisición de enseres, pagos a proveedores, gracias también al apoyo de esos hermanos que aportan cantidades extraordinarias y periódicas para este fin, lo que espero sea recompensado con creces, lo que a día de hoy nos hace tener una “buena salud económica”.

Culminado este largo período, debo expresar mi profundo agradecimiento a todos los miembros de ambas juntas que me han acompañado en estos dos mandatos, aunque no siempre haya sido una balsa de aceite. Por el bien de la hermandad, he intentado mantener la estabilidad entre los mismos, no llegando a tomar decisiones drásticas, que en algunas ocasiones habría sido lo justo. La estabilidad, el compromiso, la constancia y el trabajo de algunos de estos miembros han permitido avanzar en el objetivo fundamental que nos marcamos al iniciar este proyecto: consolidar la imagen de una Hermandad moderna en sus medios, pero que aspira a consolidar su espacio en el escenario cofrade, mejorando nuestra percepción pública, asentada en una personalidad reconocible.

Para ello, el camino elegido fue la perseguida excelencia en el desarrollo de nuestros cultos, internos y externos, en las decisiones sobre nuestro patrimonio, así como la atención a nuestros hermanos, especialmente a los más jóvenes, apostando fuertemente en la segunda legislatura por la juventud, gracias a la constancia y perseverancia de sus responsables.

Las sinergias en las relaciones con otras Hermandades así como intensificar los lazos que nos unen a nuestras hermandades madrinas, han reforzado nuestra presencia institucional así como la imagen y el impacto público de la Hermandad. El espectacular desarrollo del trabajo de comunicación tanto en redes sociales como en la puesta en marcha y consolidación de nuestra página web, ha contribuido definitivamente a este fin. La diversificación de nuestra acción social, buque insignia de nuestros fines fundacionales, se han plasmado también en nuevos e ilusionantes proyectos que, como “Caridad, virtud del corazón” o la campaña contra el hambre de Manos Unidas, ayuda al comedor “El Salvador” o entrega de ropa a Cáritas parroquial, viene a representar un estandarte de la pujante fuerza de nuestra juventud, siempre presente en el día a día de la Hermandad con Santa Teresa de Calcuta en el centro de sus vidas.

Por todo ello, debo reconocer merecidamente la labor de todos esos grupos de hermanos que integran el grupo de costaleros solidarios, equipo de capataces, grupo joven, camareras, colaboradores de mayordomía, colaboradores en proyectos de Caridad, colaboradores de limpieza, así como a todos aquellos hermanos que individualmente en uno u otro momento han prestado su ayuda y tiempo en colaborar con la Hermandad.

Como en toda gestión, seguramente se habrán cometido errores, de los que soy el único responsable, pero puedo asegurar que todo se ha hecho con la intención única de engrandecer nuestra Hermandad, honrar a Nuestros Titulares, siempre desde la entrega incondicional y el sacrificio personal que ello supone. Ha habido muchos momentos duros, incómodos, tristes, momentos en los que hemos tenido que vencer muchas dificultades, momentos en los que se ha tenido que sacrificar muchas cosas, pero me quedo con el honor y el orgullo de haber sido el primer hermano mayor de esta Hermandad con dos legislaturas completadas, con el enriquecimiento espiritual experimentado, y con el compromiso de ser cada día más cristiano, seguir el camino que Cristo nos enseñó y predicarlo con el ejemplo, y todo esto tengo que agradecéroslo a vosotros, muchas gracias.

Este es el grueso trazo de un camino que esperemos marque el rumbo de nuestro futuro. El libro de bitácora que habrán de continuar las sucesivas Juntas de Gobierno, con las legítimas particularidades que deben enriquecer y construir sobre unos cimientos sólidos y basados en la cohesión de todos los hermanos.

Tengo la firme convicción en que la nueva Junta de Gobierno que tome el testigo, contará con los mejores mimbres para lograr estos objetivos. La ambición de nuestros hermanos, junto a la ilusión del magnífico equipo que los acompañan, garantiza el mejor futuro para nuestra Hermandad, a mayor Gloria de Nuestros Titulares y de los fines de evangelización que nos caracterizan como institución de la Iglesia.

Quisiera pedir perdón a aquellos Hermanos que hayan podido sentirse disgustados por alguna de mis decisiones o de mi forma de proceder. Tened por seguro que, con mis defectos no soy perfecto, siempre he hecho lo que entendía era mejor para la Hermandad. He podido equivocarme y así lo asumo, pero os ruego que vuestro juicio sea benévolo, porque sólo el bien para la Hermandad perseguí, a mayor Gloria de Dios, Nuestro Señor, y su Bendita Madre.

Quisiera también recordar a aquellos hermanos que se nos fueron, que bajo el Manto protector de María Santísima del Amparo, gozan ya de la presencia del Santísimo Cristo de la Sed. Interceded ustedes que estáis en el Cielo, por estos hermanos vuestros y por vuestra Hermandad de la Sed.

No debo terminar sin dejar de agradecer, en primer lugar, a mi querido Juan, que me ha acompañado desde la Dirección Espiritual, apoyándome en todo momento, compartiendo conmigo lo bueno y siendo mi guía en los malos momentos que a veces tiene esta ingrata labor. Gracias por tu dedicación a la Hermandad y por tu apoyo personal y moral.

Debo reconocer en mi familia el más firme apoyo que he recibido desde que les planteé el reto al que me enfrentaba. Sin ellos no hubiese podido dar ni un solo paso al frente de la hermandad. Todo lo bueno que haya podido aportar se lo debo a ellos, a quienes nunca devolveré el crédito invertido en sacrificios, ausencias y preocupaciones.

A todos vosotros, hermanos, mi agradecimiento eterno por vuestro apoyo y aliento, y por hacer posible el mayor sueño y el honor de haber sido vuestro Hermano Mayor.

Por último, si me permitís una humilde petición, quisiera pediros que apoyemos todos a la nueva Junta de Gobierno, y que nos pongamos a su disposición, con la misma o más ilusión si cabe, apoyándole en cuanto necesite y le mostremos nuestra implicación con responsabilidad y espíritu de una convivencia sana y ordenada.

QUE EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SED Y MARÍA SANTÍSIMA DEL AMPARO, nos bendigan, nos iluminen y nos guíen el resto de nuestras vidas.

Daniel Muñoz Villanueva